jueves, 12 de febrero de 2009

A MI PADRE...





Hoy deseo decirte muchas cosas, pienso en todo lo que me haz dado y no encuentro palabras como agradecer tu sacrificio diario y callado, agotador, que realizas con fuerza, con decisión, que no sabe de treguas. Se que eres capaz de darlo todo por mi sin pedir nada a cambio, sin exigirme recompensa alguna. Se que siempre podré encontrar en ti a un verdadero amigo que nunca me decepcionara, se que tus esperanzas, tus expectativas, el fin de toda tu obra y esfuerzo esta en mi, yo trato de no fallarte y te pido un favor, seamos siempre amigos.

A MI MADRE...






Hay palabras que nunca salen de nuestros labios, por que creemos que nos son necesarias, pero hoy madre quiero decirte muchas cosas, se que ya estoy grande pero soy muy sensible por dentro y necesito de tus conocimientos, de tus arrullos, de tus regaños y de toda tu ternura. Hoy recordaba mi niñez, recordaba tus consejos y regaños, regaños de los que me di cuenta eran solo muestra de tu gran amor de madre.

Déjame arrodillarme y pedirte perdón por los malos momentos que te hice pasar, gracias por todos tus esfuerzos, por tus sabios consejos, por todas esas lagrimas que derramaste por mi, gracias por velar mi sueño cuando era niño y me enfermaba, gracias por darme tu pecho, por haberme dado el regalo de la vida, por darme tu amor incondicional a tu manera.
A veces quisiera retroceder el tiempo pero es imposible, solo te puedo decir que todos esos hermosos momentos de mi niñez, los guardo en mi mente y mi corazón, los tendré como mi mas preciado tesoro.

Por todo esto y mucho mas... Gracias!!!